Siempre los odié.
Desde que tengo uso de razón he llegado a odiar los espejos.
Siempre están ahí, en algún sitio, esperándote sólo para mostrarte el mundo al contrario.
Los odio tanto como odio a los payasos...De hecho el miedo a los payasos está muy extendido...¿En qué cabeza cabe? En teoría están creados para hacer gracia...pero cuando ves a uno de esos payasos, tan apurados, tan pintados, tan ridiculizados...tan pasándolo mal. De hecho, cuando veo a un payaso es como cuando me miro a un espejo. Quizá sea una buena relación de términos. Los payasos están sin duda hechos a completa imagen y semejanza de las personas normales y corrientes que somos. Por otro lado los espejos están hechos para que podamos ver lo payasos que somos...
¿En qué mundo tan cruel vivimos?
viernes, 26 de marzo de 2010
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